sábado, 3 de julio de 2010

Chau sueño, chau ilusión


Argentina quedó eliminada del mundial de Sudafrica 2010. Si, aunque cueste creerlo, la jóven pero eficaz Alemania nos dejó afuera con un contundente e inobjetable 4-0.

Poco hay por decir, menos son las ganas de escribir en este momento, la esperanza depositada en este plantel se hizo trizas, se esfumó.

Lionel Messi no fue el que se esperaba, tampoco lo acompañaron como se debe para explotar al máximo su capacidad, y voy a sostener toda la vida, que en la selección no tiene a un Iniesta, un Xavi, un Dani Alves, con quienes asociarse y hacer destrozos como lo vemos cada fin de semana en el Barcelona.

Pero eso no significa que no sea argentino, que no sienta la camiseta, muy lejos se esta de eso, pero la necesad e ignorancia de muchos, llevan a creer, que tener al mejor jugador del mundo es perjudicial porque no rinde. Y lo insultan, le dicen "gallego", piden que no juegue para su país. El tiempo es sabio, y les va a demostrar a todos porque Lio nació en Rosario, provincia de Santa Fe, y por si hay algún desprevenido, eso queda en la Argentina.

A ellos, les quiero aclarar, por si no saben, que tiene solamente 23 años, una carrera inmensa por delante, y algo que debemos aprender todos, no es ni será nunca Diego Armando Maradona.

Estas palabras no son para defenderlo ni mucho menos, soy el primero en reconocer que no jugó bien, que no se puso el equipo al hombro y fue intrasendente frente a los alemanes, pero en lo que si lo defiendo, y a muerte, es en que no es el único culpable. Que por ser el mejor no tiene toda la responsabilidad. Porque el que no lo marcó a Muller fue Otamendi (aunque tuvo un mundial bueno), el que armó el equipo sin alguien que genere fútbol para que Messi se sienta cómodo fue Diego.
Es hora de hacer un balance y arrancar de cero con un nuevo objetivo, que lejos nos queda decir Brasil 2014 cuando todavia ni siquiera terminó el del 2010, pero es lo que toca.

La base de jugadores está, hay mucha juventud para explotar, Messi, Higuaín, Di María, Aguero, Pastore, Otamendi, Romero. Caudillos que seguirán presentes, como Mascherano, Demichelis, Burdisso, Tevez. Y los pibes que puedan surgir, porque no nos olvidemos que en Alemania 2006, Pastore y Otamendi estaban en las inferiores de Talleres y Velez respectivamente. Que el kun recién llegaba al Atlético Madrid, que el pipita daba sus primeros pasos en la primera de River.

Mas allá de estas palabras, con las que pueden o no estar de acuerdo, a todos nos queda este sabor amargo, esta espina clavada y esta ilusión hecha pedazos.

Pero hay algo en la que muchos argentinos nos diferenciamos, los que nacieron antes del 75, pudieron disfrutar al menos un título mundial (teniendo por lo menos 10 años para el del 86), los que lo hicimos después, todavia soñamos con ese momento.

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