domingo, 3 de octubre de 2010
Un buen empate
En un partido mal jugado, River rescató sobre el final un punto de su visita al Florencio Sola.
No fue la mejor noche de los dirigidos por Ángel Cappa, no hubo orden futbolístico, estuvo falto de creación de juego y se notó muchísimo la ausencia en el mediocampo de Matias Almeyda.
Juan Pablo Carrizo tuvo una noche ambigua. Por un lado, el error en el primer gol del taladro, por el otro, el penal atajado a Rubén Ramirez. Poca reacción en el segundo, pero firmeza y seguridad en pelotas claves.
Se habló mucho de que al millonario lo van a favorecer los arbitrajes por su delicada situación con el promedio. Hasta ahora, con nueve fechas disputadas, sucede lo contrario. El tanto de Tito Ramirez fue en offside, y la pena máxima cobrada por Sergio Pezzotta no debió ser tal, por una clara infracción a Carlos Arano antes de que cometa la falta.
Ariel Ortega fue el termómetro del equipo, según como estuviera él, River podría proponer en el campo. El burrito jugó mal, no estuvo fino, impreciso. Es cierto, cambió por gol el penal que patió con gran categoría.
La defensa mostró altos y bajos, no fue de las mejores demostraciones la de esta noche en el sur de la provincia de Buenos Aires. Pero cabe destacar, que es el primer partido que deben afrontar, sin tener la gran contención de el "pelado" en la mitad de la cancha.
El 2-2 frente a Banfield, no es un mal resultado. Enfrentar a un equipo consolidado y bien armado, en su casa, no es fácil para alguien que viene a los tumbos intentando levantarse después de haber recibido tantas palízas.
Se viene Gimnasia, un encuentro vital, de los llamados de seis puntos, para la verdadera lucha de River en este año.
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