Terminó el campeonato, el sufrimiento en otra triste campaña.
River consiguió por primera vez en el torneo dos victorias consecutivas. Y es un paso importantisimo en este cierre, para afrontar lo que viene con optimismo.
El 2-0 a Tigre en Victoria brinda un cambió de aire al equipo de Leonardo Astrada, que deberá pensar muy bien cuales serán los cuatro nombres que le pedirá a la dirigencia para reforzar al plantel.
Pero estos triunfos no deben tapar las necesidades que tiene el club. Incorporar jugadores de renombre es fundamental para armar una buena estructura. No hay que ser adivino ni ser un experto para darse cuenta que deben contratar imperiosamente un defensor central y un delantero de área.
El "se acabó la joda" de Daniel Passarella se tiene que cumplir a rajatabla, y pensar en el beneficio de la institución, y no en el personal. Con este cambio de mando se renovó la ilusión, acompañada de los sendos triunfos hilados en este cierre.
Llegó el descanso, el momento para reflexionar y hacer un análisis de lo que dejó la temporada, que a simple vista deja a relusir el último puesto del torneo clausura.
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