River cayó 1-2 ante Velez y perdió el invicto en este torneo clausura.
El partido merecía otro resultado, algo mas favorable a la banda, quizás no un triunfo, el empate hubiese sido lo mas justo.
Pero al fútbol no se gana con merecimientos sino con goles, y eso hizo el fortín para llevarse los tres puntos a Liniers.
Los de Juan José Lopez hicieron un buen encuentro. Le faltó la chispa en los pibes de 3/4 en adelante para poder abastecer a Pavone.
El primer tiempo parecía que tenía destino de 0-0, pero un pase atrás de Ferrero a Chichizola (quien llegaba con la vaya invicta), hizo que el arquero le pifie a la hora de despejar y se la deje servida al uruguayo Silva para que la empuje al fondo de la red.
La segunda mitad arrancó con un River enchufado y que igualó el marcador tras un penal convertido por el tanque.
El millonario buscaba revertir el resultado pero los creadores estuvieron faltos de ideas, de claridad para animarse a demostrar lo que saben.
Faltando diez para el final, una corajeada de Ricky Alvarez y el primer error de la defensa en todo el partido permitieron que el volante entre al área y quede mano a mano con Chichizola, quien salió rápido y lo atoró abajo, mejor la reacción tapándole el tiro del rebota a Ramirez.
Pero la fortuna estaba del otro lado, porque el balón luego de esa atajada, quedó en los pies de Silva, quien sin dudarlo, la empujó al gol. 2-1 y cierre del partido.
Al entrenador se le puede criticar la decisión de los cambios. No era duelo para Caruso, sino para Bordagaray que es mas velóz. Y si alguno de los "pibes" está jugando bien, no es obligación sacarlo para que entre Buonanotte.
En fin, la derrota fue injusta, pero el camino sigue siendo largo, y en el futuro esto debe quedar como una simple anécdota.
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