Riquelme vivo, Funes Mori sin precisión. Medel enchufado, Rojas desaparecido. Luis Alberto con presencia, Cabral ausente (como siempre).
Esta breve descripción resume lo que fue el partido. Boca ganó bien, fue más, no mucho, pero lo suficiente para desacerse de un River pobre, con muchas carencias, sin ganas, sin alma, sin lo que hace falta para ganar un clásico.
Astrada confundió el planteo, en vez de explotar las bandas y la inexperiencia de Muñoz para jugar de cuatro, prefirió chocar contra los "negros" de la defensa xeneize.
Repetir que el millonario no tiene un nuevo sería caer siempre en lo mismo. Canales no está a la altura, y el "melli" es un pibe, que se tiene que foguear con alguien de peso al lado.
Por suerte para los de Nuñez, el torneo es mas corto, termina en mayo, porque con estos jugadores es muy difícil revertir esto. Necesita un recambio urgente, pero un verdadero recambio, con jugadores de renombre.
La derrota deja a River a la deriva, lo golpea anímicamente (futbolísticamente esta golpeado hace mucho tiempo), pero el lunes tiene revancha, frente a Argentinos, en el Monumental, con su gente. Tiene que sumar, no importa como, solo sumar, porque la temporada que viene deberá luchar en los puestos de abajo e intentar no descender. Suena fuerte, pero es la cruda verdad.
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