Estamos vivos, todavia se puede, estar en Sudafrica es posible. Todo gracias a él, y nada más que a él. Sí, nos referimos a Martín Palermo, "San Palermo". En su vida de película faltaba otro capítulo, uno que ya estaba marcado que se iba a escribir el 10 de octubre, en el estadio Monumental, bajo una lluvia torrencial.
El jugador del pueblo comenzó el partido viendolo de afuera, pero la gente lo pidió y Maradona lo metió, y él cumplió.
45' del segundo tiempo y lo que todos temian acababa de ocurrir, Perú empataba el encuentro y dejaba a la Argentina al borde del avismo.
Pero en el descuento, a los 47' apareció, para empujarla, para colocarse en el lugar indicado, como si supiera que el balón que impulsó Federico Insúa iba a ir ahí.
Solo él, el hombre de los milagros, el que todo lo puede, el que está destinado a quedar en la historia grande del fútbol, solamente él podía conseguir darle una vida más al equipo de "D10S".
Y eso hizo, dejó a la selección en zona de mundial, en el cuarto puesto. Lugar que hay que defender en el próximo partido, contra Uruguay, que también se juega la clasificación.
No me voy a poner a describir como jugó Argentina, todos lo sabemos, todos lo vimos, hay muchisimas cosas que mejorar, muchas cosas que replantear, pero no es el momento, hoy por hoy solo importa ir a Sudafrica, lograr ese ansiado boleto que nos deposite en ese mundial que tanto se hace desear. Y la única forma es uniendonos y tirando para el mismo lado, apoyando a los que salgan a la cancha y que ellos, defiendan la camiseta como lo supo hacer el Diego, que de finales sabe mucho, esperemos que les pueda contagiar ese amor por la camiseta a los jugadores.
Y si eso no se consigue, a esperar un milagro, que nos salve él, el que tiene una vida de pelicula y todo lo puede. Sí él, Martín Palermo.
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